Fotografía de bodas - Sesión Casual en San Miguel de Allende

El cielo en la tierra… Pablo Neruda utilizó esta referencia como la definición de lo que representa la unión de dos personas que se aman; ese lujo al que todos aspiran y que muchos anhelan conseguir, el regalo que se hace presente de forma inesperada; esa lluvia de sueños que toma forma en otra alma.

Y es que cuando se trata de amor, los límites no existen, al contrario, la invitación es muy clara: crear magia, inventar la más pura perfección, diseñar un mundo donde sólo existan dos como uno y jamás perder la capacidad de asombro. Reinventar todos los días el romance y dejar que el sentimiento sea tan inmenso como el azul del cielo.

A color, con magia, encanto y suspiros; con besos que reflejen la intensidad de quienes se buscan para siempre, con miradas que definan el significado de un “para siempre” y con roces que descubran la sutileza de un encuentro único. Así, justo así, debería ser el amor… Como un cielo en la tierra, como el escenario que lo espera todo, como el universo que se deja enamorar por una simple sonrisa, como la belleza de un sinfín de estrellas, como la seguridad de que será un sólo corazón el que permanecerá a tu lado creando infinidades, diseñando tiempos y espacios de ensueño.

Caminar para descubrir, unir dos universos para crear una galaxia de sentimientos que cautiven, cerrar los ojos, abrir el corazón, prestar atención a los detalles, dejarse llevar y buscar lo mejor de la vida en lo más esencial: el amor. La sesión de Melanie y Peter cuenta la historia de un derroche de emociones que le dan forma al corazón y al propósito de quien sueña con diseñar constelaciones, crear estrellas, darle forma a las nubes y reinventar el mundo… Un beso, un abrazo y una caricia a la vez.

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Fotografía de bodas - Boda en Hacienda San Cristobal