Fotógrafo de bodas en Guanajuato - Sesión casual de Karen & Pedro

Frida Kahlo decía que “madurar es aprender a querer bonito”, una de las verdaderas absolutas que definen el transcurso del universo. ¿Y acaso hay una forma de amar bien? Supongo que la pregunta resulta más compleja si se busca revestir su respuesta de perfecciones establecidas; sin embargo todo tiene sentido cuando esa persona que te hace sonreír, con tan solo pensarla, es quien debe quedarse para siempre contigo. Se trata de una eternidad, una vida que nunca encuentre su final, o que al menos lo trascienda. 

Karen y Pedro hacen que el amor se sienta bonito, sí, pero sin perder la esencia; cerquita, pero con la suficiente distancia; a pasitos, pero siempre juntos. Y sí, tomados de la mano para nunca perder el rumbo. Es como estar disfrutando de un paisaje que nunca pensaste ver en vida, como encontrar la armonía pura en ese azul que solo el cielo es capaz de dar y, al mismo tiempo, hallar la magia en esos rayos de sol que, de pronto, lo transforman todo. Es como darte cuenta que las historias perfectas sí existen, siempre y cuando encuentres al indicado para iniciar un nuevo capítulo y muchas páginas… sin final. 

Y así, sin más, lo más grandioso de la naturaleza trasciende su vida y cobra fuerza en su mirada, en su corazón, en él. En todo lo que es. En todo lo que quieres ser a su lado. Solo queda entender que el amor bonito existe, pero también la construcción de recuerdos que reinventen el más puro significado de la belleza, y sí, de lo que están hechos los sueños. A su lado, por supuesto. 

Texto: Melissa Lara

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